Las vacaciones suelen conllevar cambios en los horarios de nuestros hijos. La alegría de las vacaciones, las reuniones con la familia y amigos, la colonia, y el hecho de que no tengan que ir al colegio al día siguiente, retrasa tanto su hora para irse a la cama como para levantarse al día siguiente.
Los especialistas en salud infantil recomiendan que “no conviene alterar los horarios de vigilia de los menores ya que durante el tiempo de sueño tienen lugar procesos muy importantes (la fijación de los conocimientos, la liberación de la hormona del sueño, la maduración de ciertas áreas cerebrales, el ajuste de los niveles de ansiedad…) a los que los niños son especialmente sensibles”. Sin embargo, se da por sentado que se puede ser un poco flexible, siempre que no se posponga más de 60 minutos la hora de irse a la cama, y hacer una excepción los días de fines de semana donde se realicen reuniones familiares o alguna actividad de vacaciones que se extienda un poco más tarde.
A continuación, te recordamos cuántas horas debe dormir el niño en cada etapa:
-Bebés de menores de 1 mes: entre 16 y 17 horas diarias
-Bebés de 6 meses: 14 horas
-Menores de 2 años: 13 horas
-Niños en etapa de jardín de infantes: 10 horas.
Hay que tener en cuenta que las horas de sueño son aquellas en las que el menor se encuentra durmiendo, no el tiempo que transcurre desde que se va a la cama hasta que se levanta.
En cuanto a la siesta, los especialistas indican que es recomendable sólo hasta los 4 años de edad.
Fuente: Cuidate plus.com
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